miércoles, 9 de abril de 2025

Soluciones del TP 1, ejercicio 1

 

a. En 1982, Ronald Reagan era presidente de los Estados Unidos.

Puesto que se trata de una oración declarativa, es sin duda una proposición/enunciado, y efectivamente, tiene un valor veritativo (que uno puede determinar investigando en libros de historia).

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b. ¡Si todas las mañanas fuesen tan soleadas como ésta!

Dado que se trata de una oración que expresa un deseo y no es una oración declarativa, no es una proposición (no es ni V ni F, carece de valor de verdad/veritativo)

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c. Quince es un numero par.

La oración es claramente una proposición. Y es falsa .

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d. Si Carlos suspende esta asignatura, su padre se enfadara 

Está claro que es una oración verdadera o falsa (aunque no lo sepamos): es proposición.

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e. ¿Qué hora es? 

no es una proposición pues las preguntas (orac. interrogativas) no son ni V ni F.

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f. 5 > 3

Es una oración (aunque esté expresada en lenguaje matemático), es proposición y de hecho es V.

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g. Del Monumental a la historia de las glorias del fútbol.

Es una situación más o menos similar a la del ejemplo de las mañanas soleadas: no es proposición

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h. Hasta el 30 de Junio de 2002, Arantxa Sánchez Vicario había ganado tres veces el abierto de Francia 

Independientemente de que sea verdad o no, está claro que se trata de una proposición.

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i. x + 3 es un entero positivo 

Esta oración, si bien tiene la estructura gramatical de una oración declarativa, no podemos decir que sea verdadera o falsa, ya que ello depende del valor que tome la variable x: sustituyendo la variable por determinados números será una oración verdadera y por lo tanto un enunciado, y sustituyéndola por otros números, idem pero falsa, y seguirá siendo un enunciado. Pero así como está, con la variable, no es una proposición (parece pero no es).

Atención: En casos como éste, que estemos o no delante de una proposición/enunciado depende del contexto. Por ejemplo, supongamos que antes de esa oración se había dicho: “Consideremos el caso de que x=5”. En ese caso, x ya no es cualquier número, sino que está dicho que es el 5. El contexto, entonces, convierte a esa oración en una proposición. (Para algunos contextos como éste será V y para otros será F). (Explicar qué significa contexto).

Ahora bien, como en nuestro ejercicio no hay ningún contexto que nos diga qué número es x, es decir, dado que la oración se presenta aislada, no es (como se dijo arriba) ni V ni F: no es enunciado. Aclaro: en este ejercicio usamos indistintamente los términos enunciado y proposición. Usar los dos así se acostumbran a ambas terminologías. 

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j. Carlos lo golpeó fuerte

Aunque no lo parezca, este caso es virtualmente idéntico al anterior. Aunque es gramaticalmente una oración declarativa, que afirma que Carlos golpeó fuerte a alguien o a algo, no es proposición mientras no sepamos la denotación de “lo” (Terminología: usar indistintamente los términos denotación y referencia, así se acostumbran a las terminologías). 

Es decir: ¿ a qué se refiere el “alguien” o “algo” que mencioné en el párrafo anterior? En el lenguaje común (castellano en nuestro caso) tenemos ciertas palabras llamadas pronombres que se comportan igual que las variables matemáticas (él, vos, ustedes, aquél, lo, la, le, etc.): si el contexto no nos informa a qué o quién se refieren, la oración en que aparecen no puede decirse que sea ni V ni F, con lo cual no es una proposición.

Una vez más, si la oración está inserta en un contexto que nos da la información faltante, la oración puede considerarse una proposición. Por ejemplo, si dijera: “El tornillo estaba trabado. Carlos lo golpeó fuerte”, sabemos que “lo” se refiere al tornillo, y ahora sí, estamos ante una proposición, pues “Carlos lo golpeó fuerte” será V ó F.

Notar entonces, para este caso y el anterior, que una misma oración puede ser o no una proposición. Todo depende de la situación comunicativa en la que aparezca (el contexto). La oración no es en sí misma una proposición o no proposición, sino que el modo en que se la usa (el contexto) determinará si es o no una proposición.

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k. Le compró un regalo a María.

Este caso es similar al anterior. En este caso no es debido a un pronombre, sino debido a que en castellano se puede omitir el sujeto (la oración no dice quién le compró un regalo a María). Es decir que lo que ocurre en casos en que el sujeto está omitido es lo mismo que en los casos en que aparece un pronombre. Ese tipo de sujetos omitidos se llaman en gramática “sujeto tácito” y también “sujeto desinencial”

Incluso podemos tener más de un pronombre, y podemos tener un caso de sujeto omitido combinado con uno o más pronombres: Compró uno para ella. No sabemos quién compró qué ni quién es “ella”. Una vez más, el contexto puede o no darnos la clave para que sí se trate de una proposición.

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l. Juan vio a Pedro en la oficina y lo saludó.

En este caso, es una proposición pues es la propia oración la que provee la información para determinar a quién se refiere el pronombre “lo”; no hace falta ningún contexto para saberlo; indudablemente “lo” se refiere a “Pedro”.

 

 

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